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19 septiembre 2012

Contexto narrativo: la exploración



Uno de los contextos narrativos de aventuras por excelencia es el de la exploración, entendida como la actividad prolongada de adentrarse en territorios desconocidos anteriormente o prácticamente desconocidos. Un contexto narrativo de exploración puede aportar innumerables escenarios distintos y novedosos, pero a la vez constituye un contexto difícil, bastante complicado a la hora de dirigir. La exploración como contexto aunque se utilice normalmente en juegos de sci-fi por la influencia de Star Trek y por que el género se adecua a ello perfectamente, es posible utilizar la exploración en multitud de géneros con muy buenos resultados si se consigue darle sentido dentro de la narración, desde el medieval fantástico hasta los zombies.


Cuando queramos diseñar una partida o campaña de exploración los primero es encontrar el motivo de la expedición, un motivo realmente importante que lleve a los pjs a implicarse en ella. No hay que perder de vista que el motivo de la exploración será a la vez gancho y metatrama de las aventuras que protagonicen los pjs, y es por eso que hay que darle la importancia que merece. Este objetivo es importante para que todos, director y jugadores, tengan siempre claro hacia donde encaminar sus pasos y evitar que los jugadores tengan la sensación de no saber hacia donde se dirigen. Por tanto toda partida de exploración debe dejar claro desde el primer momento cual es el objetivo de la expedición: dar la vuelta al mundo, encontrar una ruta alternativa, una competición, regresar cargado de un material valioso (y por tanto, ricos), mapear una zona desconocida, el simple regreso a casa tras perderse o cualquier otro objetivo.
Algunos de los motivos pueden parecer poco importantes, como mapear una zona desconocida, pero se pueden hacer más atractivos para los jugadores, si ello permite a los jugadores poder poner sus nombres a nuevos lugares y pasar a la historia del mundo en que se juegue, hay que adecuar ese motivo a las necesidades de los jugadores.

Una vez definido el objetivo de la expedición, es importante que los personajes tengan su motivo para enrolarse en ella y sus objetivos personales respecto a la expedición, esto ayudará a crear desde conflictos interesantes hasta aventuras completas, además de potenciar la interpretación de los jugadores.

Uno de los puntos fuertes de una partida/campaña de exploración es la diversidad de la situaciones con la que los jugadores se deberán enfrentar. Mediante una expedición se pueden organizar varios tipos de partidas muy diferentes con una gran diversidad de personajes, situaciones, enemigos y estilos de juego, de manera que se puede ir contentando las motivaciones de cada uno de los jugadores sin perder un hilo de una misma historia. Pueden convivir partidas de corte militar, con investigación, intrigas y aventuras perfectamente.

Evidentemente el contexto se disfruta mejor con campañas y mediante un sandbox, pero otro punto interesante es que permite organizar una campaña formada a base de one shots no demasiado interconectados, y con una gran diversidad de personajes, lo que es realmente útil para mesas de juego con problemas de regularidad o de asistencia de jugadores.

Uno de los puntos que hay que trabajar en este tipo de partidas, es el desgaste. Los jugadores han de notar que la expedición a medida que se va alargando se vuelve más complicada no debido a las dificultades a las que se enfrenta, sino debido a que se puede perder miembros de la expedición o que el material del que disponían en la civilización se va agotando o falla y eso les perjudica, pero la proximidad al objetivo les debe animar a no rendirse en esos momentos. El desgaste, además de aportar realismo servirá perfectamente para ejercer de gancho de aventuras debido a las iniciativas que deberán tomar para superar los efectos del  desgaste. (reposición de comida, células de energía, agua, armas etc.)

La exploración necesita ofrecer la sensación de tripulación o del grupo de expedicionarios, hay dinámicas para poderlo realizar como esta (LINK). Al formar parte de un grupo amplio puede permitir a los jugadores experimentar con diversos personajes, que pueden ser seleccionados por el mando para cada situación, de manera que los jugadores tengan diversos personajes.


Las recompensas en el contexto exploratorio más que tesoros o dinero que puedan llegar a desequilibrar la partida pueden ser muy diversos e interesantes y que les proporcionen mucha diversión a los jugadores:  suministros necesarios para seguir, materiales que les harán ricos al volver (especias, materiales raros, armas exoticas, esclavos...), prestigio, o ir subiendo en el escalafón de la expedición de manera que los pjs puedan empezar obedeciendo órdenes y acabar dándolas.  

Finalmente, la exploración se puede utilizar en casi todos los géneros si bien en algunos está normalmente más presente que en otros, en algunas ambientaciones se utiliza bien poco y puede resultar algo muy novedoso aportar un soplo de aire fresco en las tramas que los jugadores esperan dentro del género. 

4 comentarios:

  1. Sin duda es uno de los tipos de crónica que más éxito me ha dado como máster.

    En concreto destaco una que hice para Canción de Hielo y Fuego: El juego de Rol, en la que los pjs exploraron el continente desconocido de Sothoryos, y a lo largo de la expedición sufrieron muchas desventuras, tormentas, remolinos, el ataque de un kraken, lagartos gigantes en las junglas, civilizaciones poco amistosas, falta de comida y tripulación, un incidente con un gigante, etc.

    De vuelta en Poniente el maestre y el capitán de la expedición presentaron un libro-atlas en la Ciudadela y un cónclave de maestres que tuvo una gran recepción y expectación.

    Sin duda pienso repetir el tipo de aventura!!

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  2. Aunque siempre he querido hacer alguna partida de este tipo, nunca he terminado de ponerme a ello. Ahora que voy a empezar una nueva campaña puede que me anime.

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